Niños pequeños:
El uso de pantallas puede afectar el desarrollo, debido a la falta de madurez del sistema nervioso y a la dependencia de la interacción con el adulto para decodificar los estímulos e interpretar los contenidos.
Por este motivo: se desaconseja el uso de la tecnología en menores de dos años (con excepción del videochat con familiares).
Niños preescolares de 2 a 5 años:
Entre los 2 y los 5 años el desarrollo evolutivo y psicoafectivo está determinado por las interacciones con otros seres humanos y la relación con los estímulos que reciben del ambiente. Se aconseja exposición limitada a 1 hora diaria de contenidos de calidad en compañía de un adulto.
Escolares:
Acceden a los medios, con fines de interacciones sociales, entretenimiento, búsqueda de información y para realizar las actividades escolares. Se debe priorizar la educación sobre los riesgos del uso inapropiado y sus consecuencias.
Los adultos deben acompañar su uso para prevenir riesgos y el comportamiento problemático asociado al uso de videojuegos y a las interacciones en línea.
Preadolescentes y adolescentes:
Tienen independencia en el consumo de contenidos en línea. Generan e intercambian contenidos, buscan grupos de pertenencia. Transitan una etapa de mayor vulnerabilidad. Los adultos deben orientarlos acerca del derecho a la privacidad y en la prevención de riesgos como cyberbullying, grooming, retos peligrosos, alteraciones de la percepción de su imagen, exposición a contenidos inapropiados y/o extremos. Ofrezca un espacio de confianza para que pueda solicitar ayuda en caso de estar expuesto a situaciones de riesgo.
Fuente: Alape